Las constantes erupciones del Volcán Poás mantienen el Parque Nacional que lleva su nombre cerrado desde hace ya varias semanas.
El cierre es de forma indefinida ya que la actividad volcánica no parece disminuir, por lo contrario, se espera eventos de mayor fuerza.
Una potente erupción nocturna destruyó la caseta de guarda parques ubicada en el mirador al cuál tenían acceso normalmente los turistas que visitaban el cráter, por lo que el riesgo es grande en esta zona.